La ciudad del futuro que imagina Toyota es de madera

Woven City se construirá a los pies del monte Fuji. Se trata de un prototipo de ciudad sostenible gracias al uso de energías renovables y a edificios de madera.

Uno de los principales fabricantes mundiales de vehículos, cuyos productos utilizan para funcionar uno de los combustibles más contaminantes que existen, ha empezado a construir ciudades sostenibles. De esta paradoja, cien por cien humana, se extrae una conclusión por encima de todas: el futuro que nos viene está marcado por la sostenibilidad y la ecología.

Por supuesto, la arquitectura es el pilar principal sobre el que se sujeta este futuro. En concreto, la arquitectura sostenible. Por suerte, hoy día la mayoría de los arquitectos imaginan espacios de vida teniendo en cuenta la economía circular, la eficiencia energética o el uso de materiales de construcción sostenibles.

En este sentido, no hay duda de que la madera es la aliada fundamental y decisiva de los proyectos arquitectónicos con vocación ecológica. Así lo demuestra Woven City, la ciudad del futuro imaginada por Toyota.

Innovación: edificios de madera

En el pasado CES, la importante feria de electrónica que se celebra en Las Vegas, Toyota presentó Woven City (Ciudad Tejida), su prototipo de ciudad inteligente. El fin de este espacio urbano, de unos 700 m2, es albergar a unas 2.000 personas entre familias de empleados, científicos, comerciantes, partners de la compañía y, en general, a todo aquel que quiera formar parte de esta comunidad.

La energía de Woven City será generada por pilas de combustible de hidrógeno. La calidad del aire se potenciará con vegetación nativa e hidropónica (suministro de nutrientes sin necesidad de suelo agrícola). Los hogares estarán surtidos con lo último en domótica y en inteligencia artificial.

La innovación de la ciudad del futuro de Toyota también queda patente en su construcción. Los edificios de Woven City serán prácticamente en su totalidad de madera. Esta elección —que no nos sorprende— tiene como objetivo reducir el impacto medioambiental, minimizando al máximo la huella de carbono.

La madera certificada, el material sostenible perfecto

La madera lo tiene todo. Es natural, renovable, ecológica, sí; pero la buena madera es también bella, cálida, acogedora… Además de sus cualidades estéticas, sus capacidades funcionales de durabilidad, resistencia y versatilidad la convierten en un material indispensable en proyectos arquitectónicos sostenibles y creativos.

Uso estructural de las vigas laminadas de madera de roble

Gracias a la tecnología, en GRUPO GÁMIZ hemos logrado fabricar VIGAM, la única viga laminada de roble del mundo con marcado CE estructural. Esto significa que las vigas de madera ya no son un mero recurso de interiorismo y decoración, sino que, como sucede en Woven City, pueden ayudar a desarrollar proyectos sostenibles llenos de creatividad e imaginación sin límites.

Escuela de Música, Getxo. Viga laminada de roble

Escuela de Música, Getxo | Producto: Viga laminada de roble | Foto vía El Correo

Por ejemplo, las vigas laminadas de roble con marcado CE estructural pueden utilizarse para edificar un muro cortina de madera cien por cien, una solución sostenible y estética para fachadas ligeras, que evita la necesidad de otros materiales no sostenibles, como el acero o el aluminio.

Enovos, Luxemburgo. Viga laminada de roble - muro cortina

Enovos, Luxemburgo | Arq: Jim Clemes | Producto: Viga laminada de roble – Muro Cortina

El pasado, el presente y el futuro están hechos de madera

Woven City, que tiene previsto empezar a construirse en 2021 (aunque su concepto general puede verse afectado por el coronavirus) ha sido diseñada por el estudio BIG del arquitecto danés Bjarke Ingels. La noticia del proyecto ha sido acogida con curiosidad, y aplaudida por los aficionados a todo lo que rodea a la tecnología.

También ha suscitado debates dentro del ámbito de la arquitectura. Ya se han alzado voces escépticas que destacan que este proyecto de ciudad no es más que un laboratorio para el testeo de coches autónomos (un objetivo que incluye la compañía en su propia presentación del proyecto). Estas críticas se suman a las opiniones de muchos arquitectos que recelan de la naturalidad y organicidad de las “ciudades inteligentes”, de las cuales opinan incluso que son un riesgo para la democracia.

Lo único que no se pone en entredicho es la madera, compañera eterna e infalible de la arquitectura y la construcción.

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